Canción de Hielo y Fuego

   Recientemente, Canal + ha anunciado la emisión de la tercera temporada de Juego de Tronos para abril del año que viene. A los fans de esta serie que no puedan esperar tanto tiempo sin saber qué va a pasar con Jon Nieve, si Daenerys Targaryen cruzará el mar Angosto con Ser Jorah Mormont y su horda dothrakis o si el Matarreyes logrará liberarse del cautiverio de los Stark y llegar a Desembarco del Rey para reencontrarse con su familia del clan Lannister, me gustaría recomendarles la lectura de los libros de George R.R. Martin que conforman la saga “Canción de Hielo y Fuego”, en los que está basada esta serie de la HBO.

George R.R. Martin, autor de "Canción de Hielo y Fuego"

   La trama en la segunda temporada se ha independizado bastante de los libros y hay veces que es difícil para los que no hayan leído previamente “Juego de Tronos” o “Choque de Reyes”, seguir una historia con tantos personajes, algo normal si tenemos en cuenta que los guionistas tienen que adaptar miles de páginas de los hasta ahora cinco libros publicados, en apenas diez episodios de una hora que conforman cada temporada. La serie de la HBO es bastante buena pero apenas refleja el 40 por ciento del universo que George R.R. Martin describe de forma magistral en la saga “Canción de Hielo y Fuego” y algunos personajes como Khal Drogo, Ser Yorah Mormont o Tyrion Lannister quedan algo difuminados y desvirtualizados por la compresión de la historia en diez episodios.

  

Jon Nieve y "Fantasma", el lobo huargo

   No obstante a mi juicio, la serie es bastante buena. Hay varias tramas que se intuye que, conforme vaya avanzando la serie, en algún momento terminarán confluyendo, enganchándote y llevándote de la mano al siguiente capítulo.  Aún así, recomiendo la lectura de los libros porque hay detalles y situaciones en los que se pasa de puntillas que luego resultan de vital importancia para entender debidamente el transcurso de los acontecimientos. En este caso también es cierto eso que dicen de que “el libro siempre es mejor que la película”,  aunque también es verdad que los libros colocan el listón muy alto y que resulta muy complicado plasmar ciertas situaciones en la pantalla.