martes, 23 de octubre de 2012

Daños colaterales


   Estos días se celebra en Córdoba, en el bulevar del Gran Capitán, junto al Gran Teatro, la 32 Feria del Libro antiguo, un evento que mantendrá sus catorce casetas en nuestra ciudad hasta el día 4 de noviembre. Ayer lunes tuve la oportunidad de dar una vuelta para curiosear por sus casetas y mientras hojeaba unos antiguos cuadernos de historia de España, publicados hace años por el desaparecido Diario 16, me vino a la mente la idea de que dentro de no muchos años, las ferias del libro se dedicarán tan solo a los libros de antiguo porque los libros electrónicos y las tabletas terminarán devorando al libro tradicional. Yo he sido un comprador compulsivo de libros hasta que la realidad de mi modesto piso me dijo a voces que no había más espacio para tanta estantería y tanto libro. Eran o los libros o todo lo demás. Está claro quien perdió la batalla. Desde hace más de dos años no compro un solo libro en formato papel. El iPad y el Kindle 3 han sustituido a las estanterías y los libros de toda la vida que ahora se acumulan en cajas de cartón en el trastero.


   En Europa el libro electrónico va poco a poco conquistando más cuota de mercado pero en Estados Unidos, con un mercado mucho más vasto, es sin embargo terreno abonado para el libro electrónico. Amazon, el gigante americano del comercio electrónico, la librería on-line más grande del mundo, ya vende más libros electrónicos para sus dispositivos Kindle que libros en formato papel. En España, grandes librerías como casadellibro.com o Círculo de Lectores, ya ofrecen a sus clientes los lectores electrónicos Tagus, un aparato con pantalla táctil de tinta electrónica que he tenido la oportunidad de probar y que, sin llegar a la calidad de los Kindle de Amazon, funciona bastante bien.


La era de la información en la que nos encontramos embarcados, se basa en los contenidos intangibles. Hace años que no uso un cedé para escuchar música (del vinilo y la cinta de casete ni hablamos), es mucho más cómodo llevar toda tu música en un iPod y, últimamente ni eso. Gracias al servicio de música en la nube que ofrecen, por ejemplo Google Play Music o iTunes Match de Apple, puedes escuchar toda tu música en streaming por wi-fi o 3G en el móvil. En casa hace tiempo que no tengo un lector de dvd’s o blu-ray y sin embargo veo cuando me apetece toda clase de películas y series gracias a los conocidos formatos .avi .mpeg4 o .mkv. Seguro que sabéis de lo que hablo. Con el libro está pasando igual. Está claro que el romanticismo de un libro con cubiertas de lujo no puede ser sustituido por un frío e impersonal Kindle pero al final terminará imponiéndose. Es ley de vida. Hace años con la música, a los amantes del vinilo entre los que me incluyo, ya nos paso algo parecido. Ahora, el iPod y la música en la nube forman parte de mi vida cotidiana.



2 comentarios:

  1. sin hablar de las toneladas de papel y la contaminacion industrial que suponen los libros.

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    Respuestas
    1. La fabricación de libros electrónicos y tabletas contamina más, no creas. No tienes más que ver los materiales de que están hechos y las inmensas fábricas que usan para su construcción y ensamblaje pero como los fabrican en China no nos enteramos mucho del tema.

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