viernes, 19 de octubre de 2012

Depeche Mode. Ascenso a Violator, la cima del SinthPop. Saldando deudas III


1984-90, una escalada sonora, hacia la cumbre de la música sintética

El 84 es un año prolífico en todas las vertientes del underground. Cómic, Graffiti, y por supuesto música, (rap, Break dance, Tecno...) toman las calles en cualqier urbe. Un escenario idóneo para que los grupos sinthPop congreguen en su entorno un ejército de seguidores "moviendose frenéticos alrededor de 4 chicos inmóviles que sacan poderosos ritmos de su teclados Roland", como declaraba D. Miller alucinado ante las actuaciones de Depeche Mode. Este año ve la luz un nuevo album

DM adopta en lo musical, y en la propia ambientación del contenido un aspecto macroindustrial, reflejado en la propia portada del disco.
De éste LP emerge una creación que será el ariete para derribar los muros del público americano. Un título que se convertirá en el meteorito incandescente donde todo el mundo fija la mirada; People are people.
La potencia de una percusión metálica demoledora y precisa, en aleación perfecta con la voz de Dave, forjan 4 minutos de resonancias cautivadoras; es el sonido del motor de Depeche Mode.
Un impacto que extiende su onda expansiva por el nuevo continente. Allí la edición del disco, tomará el nombre del nuevo single [People are people], un himno con vocación global, el arma masiva para derribar los límites locales.

Este es un momento en el que se solidifica su identidad como grupo. En la estructura de Depeche Mode, se van soldando piezas más maduras, densas, góticas... es el momento de "Black Celebration"
Sencillos que se convierten en eslabones clave para sus conciertos; Stripped, A question of time, ó el mismo Black Celebration, van tejiendo una personalidad compleja y sombría. Tambien en esta época comienza la relación con Anton Corbijn, fotógrafo y videógrafo, quien trabajó con U2 y Nirvana, y es responsable de la imaginería de DM; el videoclip de "Personal Jesus", es obra suya.

Sólo tardan un año más en fabricar otra de sus obras icónicas;
Disco dotado de potente munición; Strangelove, Behind the Wheel, Never let me down again, Little 15. Temas que catapultan al grupo hacia su mastodóntica gira norteamericana, el Tour for the masses, culminado en el documental 101, con un directo magistral en Pasadena, California.

En plenitud creativa, lo mejor aún estaba por venir, en la década de los 90, en forma de flor roja...
...pero eso será en el siguiente artículo...


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