Si el año
pasado en el Pozo de Esparta dimos la bienvenida al 2013 con sentido del humor,
haciendo una reseña a los prestigiosos Premios Darwin, la lectura de un
interesantísimo artículo en la revista Annals of Improbable Research, me ha
dado una idea para abrir también con humor este ignoto 2014. En esta ocasión es
la Ciencia la que nos va a robar una sonrisa. Y es que en Ciencia, al contrario
de lo que podamos pensar, no todo tiene que ser investigaciones orientadas a la
productividad. El hombre, en su afán de conocimiento, puede llevar la
investigación científica a extremos que rozan la burla. Y es aquí donde entran
en juego los Premios Ig Nobel, una parodia estadounidense del Premio Nobel,
entregada desde 1991 a principios de octubre de cada año, para premiar los
logros de diez grupos de científicos en distintas disciplinas, que van desde la
literatura a la psicología o la paz, aunque, al contrario que los Premios
Nobel, no todos los años se premia a las mismas disciplinas. La gala,
organizada por la revista de humor científico Annals of Improbable Research
(AIR), se celebra anualmente en el Sanders Theatre de la Universidad de Harvard
y es presentada por auténticos premios Nobel. El propósito fundamental de estos
premios es, primero hacer reir a la gente y luego hacerla pensar, honrar la
curiosidad humana y estimular el interés de todos por la ciencia, la medicina y
la tecnología.
La gala, llena de humor y buen rollo, se
retransmite en directo en Estados Unidos por radio e internet y en general, los
científicos galardonados se toman muy bien estos premios. Al contrario de lo
que se pueda pensar, no es ninguna deshonra ganar el Ig Nobel es más, Andre
Geim, Premio Nobel de física en 2010 por sus descubrimientos sobre el grafeno,
fue laureado en el año 2000 con el Ig Nobel de Física por hacer levitar una
rana gracias a las fuerzas magnéticas. La entrega de premios se cierra
tradicionalmente con las palabras: "Si no ganaste un premio -y
especialmente si lo hiciste- mejor suerte el próximo año".
Aunque los
premios Ig Nobel son una crítica velada de la investigación trivial, la
historia ha demostrado que las investigaciones triviales a veces conducen a
descubrimientos importantes, como el Ig Nobel de Biología 2006, entregado a Bart
Knols y Ruud Jong de la Universidad Agrícola de Wageningen. Estos científicos
demostraron que el mosquito hembra portador de la malaria -Anopheles gambiae-
se siente igualmente atraído tanto por el olor de los pies humanos como por el
queso Limburger. Esta investigación, que en un primer momento parecía una
absurda estupidez, ha demostrado con el tiempo una asombrosa eficacia en la
lucha directa contra la malaria. Como resultado directo de estos hallazgos,
este tipo de queso se coloca en lugares estratégicos de las naciones del África
para combatir esta temible epidemia.
Durante
estos más de veinte años, han sido muchos los investigadores honrados con estos
premios. De entre todos ellos, os dejo a continuación una lista con los, a mi
juicio, diez más espectaculares estudios por sus extravagantes análisis y sus
insospechadas conclusiones. Empezamos:
Ig Nobel de la
Paz 2007
para el Laboratorio Wright de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, por
instigar en la investigación y desarrollo de un arma química, la llamada “bomba gay“, que causaría que los
soldados enemigos se volvieran sexualmente irresistibles entre ellos. El
estudio sugiere que un afrodisíaco fuerte podría ser lanzado sobre tropas
enemigas, teóricamente, con una sustancia que produjera “comportamientos
homosexuales”. El arma afrodisíaca fue descrita como “muy desagradable pero no
letal”. El personal de la Fuerza Aérea que fue contactado no quiso participar
en persona en la ceremonia de entrega.
Ig Nobel de
Medicina 2004:
Steven Stack de la Universidad Estatal de Wayne, Detroit, Míchigan, y James
Gundlach de la Universidad de Auburn, Alabama, por su estudio “Los efectos de
la música country en el suicidio”, que postula que este estilo musical es
deprimente y suele tratar temas frecuentes en los suicidas como el desamor, el
alcoholismo o el fracaso laboral. Algunos aficionados a esta música del sur de
EEUU se ofendieron tanto que iniciaron una campaña de insultos por internet
contra James Gundlach, que fue, por cierto, el triunfador de la noche y quien
recogió el premio.
Ig Nobel de
Dinámica de fluidos 2005: Victor Benno Meyer-Rochow de la Universidad de Bremen y de la
Universidad de Oulu, y Jozsef Gal de la Universidad Loránd Eötvös, por usar
principios básicos de la física para calcular la presión que se acumula dentro
de un pingüino en el proceso de defecación. No pudieron obtener visado para
acudir a la ceremonia. Digo los científicos, no los pingüinos. Una lástima.
Ig Nobel de
Biología 1996:
A Anders Barheim y Hogne Sandvik, de la Universidad de Bergen, Noruega, por su
apetitoso y jugoso informe: “Efecto de la cerveza, el ajo y la nata agria sobre
el apetito de las sanguijuelas”. Resulta difícil imaginar a un grupo de
sanguijuelas poniéndose ciegas de cerveza, ajo y nata.
Ig Nobel de
Economía 2004:
El Vaticano, por su idea de subcontratar en la India un servicio de oraciones.
Los norteamericanos que quieran una misa de difuntos o de acción de gracias,
pueden ahora encargar que se lleve a cabo en alguna iglesia de la India. El
servicio, que resulta mucho más económico en el país asiático que en EE.UU.,
puede reservarse por correo electrónico o directamente, en las “franquicias”
del Vaticano habilitadas para ello. La economía global llega a la Iglesia
Católica. Llama la atención que el concepto “franquicia” vaya asociado al
Vaticano. Perturbador.
Ig Nobel de
Química 2005:
Edward Cussler de la Universidad de Minnesota y Brian Gettelfinger de las
universidades de Minnesota y Wisconsin, por resolver la vieja pregunta
científica: ¿Puede la gente nadar más rápidamente en jarabe o en agua?. Y la
respuesta es…
Ceremonia de entrega Ig Nobel 2012 |
Ig Nobel de
Investigación Interdisciplinaria 2002: Karl Kruszelnicki de la Universidad de Sídney, por
realizar un examen comprensivo de la pelusa humana del ombligo. Este estudio me
interesa y mucho. La hipótesis más plausible que desvela este misterio que
azota a generaciones de humanos de todos los tiempos, es que el roce de los
pelos del ombligo y la ropa contribuye a la acumulación de electricidad
estática que resulta en la obtención de fibras de la ropa y, en menor medida, de
células muertas de la piel. Con el paso de los siglos, la evolución de la
especie humana y la pérdida gradual de vello corporal, esta lacra que atormenta
al ser humano será erradicada.
Ig Nobel de
Literatura 1998:
A la Dr. Mara Sidoli, de Washington D.C., por su esclarecedor informe "Las
flatulencias como defensa contra los terrores innombrables". Se conoce
como flatulencia, gas estomacal o vulgarmente pedo, a la mezcla de gases que se
expulsan por el ano con un sonido y/u olor característicos. Esta mezcla
proviene de gases ingeridos y otros gases producidos en el tracto intestinal, así
como por partículas aerosolizadas de sus
excrementos. Un asco.
Ig Nobel de Biología
2011: Darryll
Gwynne y David Rentz recibieron el Ig Nobel de Biología por descubrir que determinados
tipos de escarabajos tratan de aparearse con ciertos tipos de botellas de
cerveza australiana, las stubbies, una característica botella de vidrio corta y
rechoncha muy popular.
Ig Nobel de la
Paz 2009:
Stephan Bolliger, Steffen Ross, Lars Oesterhelweg, Michael Thali y Beat
Kneubuehl de la Universidad de Berna, Suiza, por determinar experimentalmente
si es mejor ser golpeado en la cabeza por una botella de cerveza llena, o por
una vacía.
Ig Nobel de
Ingeniería 2010:
Karina Acevedo-Whitehouse y Agnes Rocha-Gosselin de la Zoological Society of
London, Reino Unido, y Diane Gendron del Instituto Politecnico Nacional, Baja
California Sur, México, por perfeccionar un método para recolectar mocos de
ballena utilizando un helicóptero dirigido por radiocontrol.
¿Tenemos
algún Ig Nobel español? Por supuesto. Han sido varios los españoles agraciados
con este prestigioso premio, aunque personalmente, me quedo con los
galardonados con el Premio Ig Nobel de
lingüística 2007, Juan Manuel Toro, Josep B. Trobalón y Nuria
Sebastián-Gallés de la Universitat de Barcelona, por demostrar que las ratas a
veces no distinguen entre los idiomas japonés y holandés cuando las personas
hablan esas lenguas al revés. Para llegar a esta conclusión, los investigadores
enseñaron a estos animales a oprimir una palanca para obtener comida tras
escuchar un idioma. De esta manera, los científicos demostraban que un
mecanismo utilizado por los seres humanos para adquirir el lenguaje es
compartido por otros mamíferos no primates. Sencillamente espectacular. Antes,
en 2006, los investigadores Antonio Mulet, José Javier Benedito y José Bon, de
la Universidad Politécnica de Valencia, y Carmen Rosselló de la Universidad de
Islas Baleares, recibieron un Ig Nobel de Química por su estudio “Influencia de
la Temperatura en la Velocidad Ultrasónica del Queso Cheddar”. Como siempre,
los españoles somos insuperables.
Fuentes:
Annals of Improbable Research: http://www.improbable.com/
Ignobel Prizes, Mark Abrahams. Ed. Book Club Associates (2002)
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