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sábado, 20 de octubre de 2012

Un poco de tecnología


   En próximas entradas me gustaría hablar un poco de tecnología y gadgets, una de mis grandes aficiones pero para ello quiero hacer antes una pequeña introducción para que conozcáis un poco mis, llamémoslas así, tendencias. Si, tendencias, porque en esto de la tecnología, como en el mundo del fútbol o la política, existen tendencias, posturas encontradas, diversidad de opiniones… y talibanes de la tecnología. Seguro que a los que les guste un poco este mundillo comprenderán ipso facto a lo que me refiero: usuarios de Linux que odian todo lo que huela a Microsoft, fanboys de Apple que miran con desprecio a Windows, Linux, Android y a todo lo que no huela a Cupertino, propietarios de smartphones de Samsung que detestan el iPhone… toda una fauna refugiada bajo procesadores quad core, pantallas multitouch de alta resolución o sistemas operativos con exóticos nombres (Mountain Lion, Jelly Bean, Quantal Quetzal…).
  Yo soy un freak de los gadgets y la tecnología, es absurdo negarlo pero no llego a los extremos de los fundamentalistas que pululan por la red. Desde hace muchos años soy un macquero convencido pero no un fanboy de Apple. Mi casa está plagada de cacharros diseñados por Apple en California pero ensamblados por esforzados chinos en su madre patria. Tengo un iMac, desde el que estoy escribiendo esta entrada, un Mac Mini, un iBook blanquito de los antiguos que todavía funciona, varios iPods (cuatro en total), un iPad, un Airport Express… pero no tengo un iPhone. Si, si, no tengo un iPhone, ya he dicho que no soy un fanboy. Yo uso un terminal Android dual core. También hay por casa una tableta Android, un portátil Acer con Windows 7 y he experimentado bastante con Linux Ubuntu. Creo que queda claro que me gusta catarlo todo y que en esto de las nuevas tecnologías como lo llaman algunos, prefiero guiarme por mis sensaciones y no por opiniones entusiastas. 

   Dicho esto, los freak de los gadgets estamos viviendo una era realmente apasionante, donde cada día se presentan nuevos inventos, algunos sorprendentes y muchos totalmente inútiles pero que todos encuentran, con más o menos fortuna, su nicho en este mercado de la tecnología y la información instantánea. Las presentaciones de nuevos artilugios se suceden con una velocidad que es imposible de seguir por el bolsillo de cualquiera y que, como consecuencia, lo que compramos hace seis meses como lo último de lo último en móviles, hoy ya es un aparato antiguo que pronto perderá el soporte del fabricante y ya no recibirá más actualizaciones de software. Obsolescencia programada lo llaman algunos pero eso es otra historia. 

   De los nuevos gadgets que se han presentado o se presentarán en este mes de octubre, hay algunos que me llaman la atención como el nuevo iPad de 7", la nueva gama de tabletas Nexus que presentará Google para completar tanto por arriba como por abajo la serie Nexus, con precios que arrancarán desde los 99 dólares o la nueva tableta Surface de Microsoft. Resulta sorprendente lo que está sucediendo con Microsoft; parece que últimamente están llegando tarde a todo y que, poco a poco se están viendo superados en innovación por Apple (esto no es novedad) pero sobre todo por Google. 

   Lo de Google no deja de ser curioso. Lo que empezó siendo un buscador como Yahoo, Lycos o Altavista, hoy es una de las grandes empresas tecnológicas con sólida presencia en casi todos los nichos del mercado. Tienen las tabletas Nexus que, si bien no llegan a la calidad, tamaño o fluidez de un iPad, si pueden competir con la tableta de Apple en contenidos a un precio de derribo. De ahí lo del nuevo iPad de 7". Pero no solo cuentan con una tableta que puede atacar el reinado en solitario del iPad, también darán a conocer este mes su nuevo smartphone Nexus 4, esta vez fabricado por LG, y acaban de presentar la segunda generación del ultaportátil Chromebook, un portátil de 11,6" y un kilo de peso, fabricado por Samsung, que corre el sistema operativo Chrome OS capaz de arrancar en menos de diez segundos y que está disponible por tan solo 190 euros. En España no, claro. Aquí tardará en llegar. Para esto, como en muchas otras cosas, no somos el primer mundo. 


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